Philipp Mainländer
Traducción e Introducción de Manuel Pérez Cornejo
Prólogo de Carlos Javier González Serrano
Alianza Editorial, Madrid,2020, 443 páginas.
Mainländer halla en la idea de Dios una forma a través de la cual expresar su desgarro vital. Sin embargo para el poeta y pensador, el mayor éxito que podemos obtener es la Nada absoluta. Y esta idea la expresa no solo en sus textos más filosóficos, sino también en la poesía, porque Mainländer cultivo también esta faceta literaria. Precisamente cuando escribe poesía se refiere a la miseria que no tiene fin: un desesperado y lastimoso regreso, una vuelta a casa imposible, a la casa del Ser, puesto que, si algo nos espera es la Nada.
El pesimismo de Mainländer no es más que el resultado de su fundamental convicción: somos el saldo arrojado por el suicidio de Dios, que, a pesar incluso de su omnipotencia, logró soportar al puro Ser. Un Dios que se vio forzado a comenzar a morir para poder comenzar a vivir. Por eso, con la aparición de Dios, se inaugura el “imperio del no ser”, que nos afecta a nosotros ontológicamente. Nos encontramos heridos por la doble cara del no ser, debido a nuestra conciencia cierta de la muerte.
En esta edición, Alianza Editorial, recoge una Antología de la obra filosófica fundamental de Mainländer (Filosofía de la redención). En cuyo prólogo original, obra del mismo pensador y poeta, aparece este rótulo: “Y la filosofía de la redención, un ateísmo científico”. Idea que justifica repasando el desarrollo del espíritu humano que personificó las fuerzas de la naturaleza mediante dioses. Luego agrupo a estos dioses en un único Dios, y más tarde de él haría una esencia que se hizo crítica e hizo trizas de cada trama, a la vez que entronizó al individuo real, hecho básico de la experiencia interna y externa. Por eso la filosofía fundamenta el ateísmo, no en ningún tipo de creencia, sino sobre el saber. Debido a todo ello, concluye Mainländer, el ateísmo queda fundamentado científicamente.
Es interesante la descripción del pensamiento de Mainländer que hace Borges: “… pienso en aquel trágico Philipp Batz (nombre real del pensador)…imaginó que somos fragmentos de un Dios, que en el principio de los tiempos se destruyó ávido de no ser. La historia universal es la oscura agonía de esos fragmentos”. La conclusión es obvia: la no existencia es preferible a la existencia, lo que consecuentemente abocó a Mainländer a su propio aniquilamiento como forma de redención. La búsqueda de la autodestrucción y la negativa a perpetuarse son por consiguiente enteramente coherentes con el pensamiento de Mainländer.
Tal forma de pensar le indujo a iniciar su propia búsqueda del sentido del mundo. Y la conclusión a la que llegó, solamente tenía dos salidas: la renuncia a ser libre o el suicidio. Y ambas con la misma finalidad: el cese del deseo. Él optará por la segunda, y nada más finalizar su Filosofía de la redención, se liberará de sí mismo, poniendo fin a su vida.
El inexorable paso del tiempo condenó esta obra al olvido. Filosofía de la redención es sin duda un libro oscuro, críptico, un mar de fondo de pesimismo, pero, aunque podamos discrepar de sus ideas, el libro, sobre todo en su conjunto, es una joya, como señala Manuel Pérez Cornejo. El legado de Mainländer es un ejercicio supremo de reflexión y escritura. La Antología que editó, y ahora reedita Alianza Editorial, es una interesante cosmovisión, de la que podemos discrepar, en la que el ser humano, en el fondo de su esencia, se define por la voluntad de morir, como forma de liberarse del suplicio de la existencia. Libro pues peculiar pero valioso que demanda un ejercicio de pensamiento.
Francisco Martínez Bouzas